Y justo cuando decides entregarlo
todo, es cuando te das cuenta que estas arriesgando mucho y no sabes si al
final de todo estás haciendo lo correcto o no, pero hay algo que te motiva ..
ese susurro en el silencio que te atormentará durante ese tiempo si decides no
hacerlo, entonces te das cuenta que hay algo más que te motiva, TU MISMA.
Luego vienen las expectativas,
las esperanzas que de vez en cuando aparecen y luchan con el pesimismo diario
al cual tratas de llamarlo ”realismo” y que durante toda este tiempo lo has
utilizado, tanto que debe estar gastado. Pasan los días y te das cuenta que
algo más te motiva, las GANAS DE VOLVER A CONFIAR.
Pasan los días y lo que importa
es estar bien, sentirte feliz y vivir el presente como si fuera tu último verano,
y llenas de justificaciones tu decisión que algunos quizás no comprendan, pero
te basta saber que eres tú la protagonista y no ellos. Entonces te das cuenta
de otra cosa, alguien más te motiva y ese alguien resulta no ser él, sino los
buenos momentos que TÚ DECIDES PASAR CON ÉL.
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