Aún no acaba y tampoco espero porque
empiece a terminar rápidamente los días que quedan del año, pero he aprendido
muchas cosas. Como saber que nunca se termina de conocer a una persona. Si bien
ya lo sabía, este año he vivido en carne propia esa frase, que casualmente
siempre la repetía, al igual que “las cosas pasan por algo” pero este año la
que se llevó el premio fue la primera. Y la he sentido tan mía que me la estoy
tomando muy en serio, porque me ha hecho más fuerte. Es cierto, he llorado, y
me siento orgullosa de haberlo hecho y volvería a cometer los mismos errores, a pesar de que me llamen
tonta, pero lo volvería hacer, porque de esa manera, gracias a esas personas
que me han sabido fallar, que me han sabido mentir que me han sabido
traicionar, gracias a ellas soy NUEVA.
Me he dado cuenta que cada año
hay mucho por aprender, cada año tengo una moraleja para mi vida, y procuro
tomarla en cuenta y aplicarla de ahora en adelante en mi vida, para así ir
cometiendo menos errores, aunque confieso que me gusta tenerlos porque ERRAR ES
DE HUMANOS, SOLO DIOS ES PERFECTO Y ES ÉL QUIEN ME PERFECCIONA. Aprendí lo
importante que es perdonar, a pesar de que esa persona no sea capaz de aceptar sus errores me siento
tan satisfecha de perdonar, porque dentro de mí no guardo perdón a pesar del
dolor que he podido sentir.
Pensé que este año sería
diferente, pero creo que sobrepasó mis expectativas, y eso me agrada, me ayuda
a ser más humilde y aceptar otra realidad. Obvio tenía conciencia de que en
algún momento me iba a pasar algo desagradable, no pensé que hasta TAL PUNTO
pero me ha fortalecido, y con esa lección cierro este año, con la lección de
ser UNA MUJER FUERTE Y SENTIRME SUPERADA A PESAR DE LAS CONTRARIEDADES Y JUGOS
AMARGOS DURANTE ESTE AÑO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario