La tierra desierta se torna húmeda
La noche se acomoda y se pone clara
Los rayos del sol destellan oscuridad
La voz no tiene eco y se pierde en el hondo silencio.
Mientras que mi corazón se torna más
Impredecible que de costumbre, me
Levanto y sonrió con tu mirada
Me acuesto y lloro por tu ausencia.
Dime dónde estás, he movido
toda
La creación y logro encontrarte en las estrellas.
La luna me dice que no volverás y el sol me
Ilusiona, dice que cuando más intenso se pone
Es porque más cerca de mí estás.
Pero vuelvo a la realidad y me doy cuenta
Que el tiempo siempre acertó, que no volverás
Y yo solo me resigno y anhelo tu felicidad
La que conmigo no está pero, por la cual rezo
Para que sobrepase las Barrares de la eternidad.